Autor :Sánchez Hinestroza Martha SofÃa1 RodrÃguez Arzuaga Elkin1 Segovia Roca Jaime1 González Alejandra1 Heres Marcela1
1Servicio de NeumonologÃa. Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, Buenos Aires, Argentina
Correspondencia :Sánchez Hinestroza Martha SofÃa, marsosahin@gmail.com
Resumen
El
aneurisma micótico surge de la destrucción infecciosa de la pared
arterial y se diagnostica cuando hay un aneurisma en el contexto de
inflamación y hemocultivos o biopsia positivos, aunque esto no es un
requisito excluyente. Los agentes etiológicos de mayor frecuencia son
bacterias (Staphylococcus, Salmonella)2 pero
también se han notificado hongos (Aspergillus niger).
La
tuberculosis puede afectar cualquier órgano de la economía, el
compromiso arterial es una complicación rara y potencialmente mortal,
puede ocurrir por extensión directa de un foco adyacente o por
diseminación hematógena o linfangítica de lesiones
primarias. El compromiso en los grandes vasos puede presentarse de diversas
formas, incluyendo pólipos, aortoarteritis estenosante y
formación de aneurismas o pseudoaneurismas, siendo esta última la
más común.
Presentamos
el diagnóstico de aneurisma de aorta abdominal infrarrenal con trombo
intramural y pseudoaneurisma de aorta renal izquierda como hallazgo incidental
en una paciente con tuberculosis ganglionar.
Palabras
clave: Aneurisma
micótico; Tuberculosis; Pseudoaneurisma
Abstract
The
mycotic aneurysm arises from the infectious destruction of the arterial wall
and is diagnosed when there is an aneurysm within the context of inflammation
and positive blood cultures or biopsies, though this is not an essential
requirement. The most common etiologic agents are bacteria (Staphylococcus,
Salmonella)2, but fungi have also
been reported (Aspergillus niger).
Tuberculosis
may affect any organ of the body; arterial compromise is a rare and potentially
mortal complication that may occur by direct extension of an adjacent infected
site or by bloodstream or lymphangitic dissemination of primary lesions. The
great vessels may be compromised in different ways, including polyps, stenotic
aortoarteritis and formation of aneurysms or pseudoaneurysms, being the latter
the most common one.
We
present the diagnosis of infrarenal abdominal aortic aneurysm with intramural
thrombus and left renal aortic pseudoaneurysm as incidental finding in a
patient with nodal tuberculosis.
Key
words: Mycotic
aneurysm; Tuberculosis; Pseudoaneurysm
Introducción
El
aneurisma micótico surge de la destrucción infecciosa de la pared
arterial y se diagnostica cuando hay un aneurisma en el contexto de
inflamación y hemocultivos o biopsia positivos
aunque esto no es un requisito excluyente1.
Los agentes etiológicos de mayor frecuencia son bacterias (Staphylococcus,
Salmonella)2 pero también se han
notificado hongos (Aspergillus niger)3.
La
tuberculosis (TB) puede afectar a cualquier órgano de la
economía, incluídas las arterias. Los aneurismas infecciosos de
aorta causados por Mycobacterium tuberculosis son muy poco frecuentes.
Hasta la fecha, se han publicado menos de 100 casos de los cuales sólo
20 corresponden a aneurismas de aorta abdominal. Los mismos tienen una alta
tasa de morbimortalidad incluso posterior a la terapia antituberculosis e
intervención quirúrgica.
Caso clínico
Mujer
de 23 años de edad consultó por la aparición de un ganglio
cervical. Se realizó punción del mismo con reacción
inflamatoria granulomatosa y extensa necrosis por lo cual fue derivada a
Neumonología con la sospecha de tuberculosis ganglionar. Al
interrogatorio dirigido, refirió cuadro clínico de 18 meses de
evolución, de pérdida de peso de 12 kg y adenopatía
cervical dolorosa. Negó fiebre y síntomas respiÂratorios. Se
efectuó tomografía de tórax y abdomen: sin infiltrados
pulmonares, ganglios mediastinales calcificados en rango no
adenomegálico, dilatación aneurismática de la aorta
abdominal de 27 mm con trombosis mural. Se realizó
angiotomografía de abdomen: aneurisma de aorta infrarrenal fusiforme asociada
a trombosis mural con diámetro de 22,2 × 28,1 mm, ateromatosis
calcificada, aneurisma sacular en pared lateral izquierda de la aorta a 4 cm de
la arteria renal izquierda con diámetro de 10,2 × 13.1 mm, cuello de 10
mm longitud 9,2 mm, aneurisma sacular en la pared lateral derecha de aorta a
20,2 mm de arteria renal derecha con diámetro de 8,7 × 12,8 mm, cuello
13.3 mm longitud 8 mm (Figura 1).
Se
realizó biopsia de ganglio supra clavicular derecho, con directo
negativo para BAAR, y sin evidencia de células neoplásicas. Se
realizó colagenograma, negativo. Se inició tratamiento
antituberculosis de forma empírica con 4 drogas. Durante el tratamiento
se recibe resultado de cultivo positivo para Koch de la biopsia del ganglio
cervical. Se interpreta el cuadro como TB ganglionar y aneurisma
micótico por Mycobacterium tuberculosis. Se presenta el caso al
Servicio de Hemodinamia quienes indican colocación de stent. La paciente
evoluciona clínicamente estable con desaparición de las
adenopatías, con buena tolerancia al tratamiento, a la espera de
colocación de stent.
Discusión
La
tuberculosis puede afectar cualquier órgano de la economía, el
compromiso arterial es una compliÂcación rara y potencialmente mortal. A
pesar del aumento de los casos de tuberculosis a nivel mundial se encuentran
publicados pocas series de casos. Long et al, reportaron 41 casos: 39
casos de revisión de la literatura y 2 casos aportados por los autores.
La forma de presentación más frecuente fue la tuberculosis
diseminada en 46%, 21 pacientes presentaban compromiso de aorta torácica
y 19 de aorta abdominal, la mortalidad para los pacientes (17) que no
recibieron tratamiento o solo se ofreció tratamiento médico o
quirúrgico fue del 100%, en comparación con los 21 ptes que
recibieron ambos tratamientos donde la mortalidad fue del 12.5%4.
Manika et al, en unarevisión de la literatura inglesa desde 2008
a 2017 describieron 28 casos más, con tuberculosis miliar asociada. La
afectación de la arteria aorta fue 53% aorta torácica, 25%
abdominal y 14% en ambas. Solo 2 pacientes tenían compromiso de otras
arterias. En esta revisión 25 pacientes (90%) recibieron terapia
antituberculosis y quirúrgica; 3 pacientes murieron (12.5%)5.
El
compromiso en los grandes vasos puede presentarse en diversas formas,
incluyendo pólipos tuberculosos, un tipo estenosante de aortoarteritis
tuberculosa y formación de aneurismas o pseudoaÂneurismas siendo esta
ultima la forma más común6,
7.
La
aorta es el vaso más afectado. El primer caso de afectación
tuberculosa de la aorta (aortitis) fue notificado en 1882 por Weigert, y el
primer caso de aneurisma micótico tuberculoso de la aorta data de 18954. Se informa una tasa de
incidencia aproximadamente igual para la porción torácica, y la
abdomiÂnal, mientras que localizaciones en otras arterias también han
sido descritas8, 9.
Dentro del compromiso de la aorta torácica la porción descendente
suele ser la más afectada.
La
aortitis tuberculosa puede ocurrir por extensión directa de un foco
adyacente, como ganglios linfáticos infectados, afectación
esofágica, pericárdica, pleural, peritoneal, o de una enfermedad
de Pott y por diseminación hematógena o linfangítica de
lesiones primarias. En la mayoría de los casos de aortitis tuberculosa
se encuentran otras lesiones tuberculosas pulmonares o extrapulmonares10-12.
Las
presentaciones clínicas comunes incluyen los síntomas y signos
constitucionales de tuberculosis y, según la ubicación, puede
manifestarse como una masa pulsátil o palpable, dolor torácico,
disfagia, ronquera, dolor abdominal, dorsalgia y, si se complica, por una
fístula con perforación, sangrado y rotura13.
En
la actualidad se recomienda el tratamiento con medicación
antituberculosis combinado siÂmultáneamente con la reparación
quirúrgica. Los casos que fueron abordados solo con tratamiento
antituberculoso o reparación quirúrgica presentaron ruptura
aneurismática con una elevada tasa de mortalidad4,
6, 14. La alta mortalidad está relacionada con la
ruptura, dado que los mismos son poco sintomáticos y son hallazgos
incidentales.
No
hay consenso del tiempo de tratamiento aunque la
mayoría de los reportes recomiendan trataÂmiento prolongado (9 a 12
meses)7. En cuanto el
abordaje quirúrgico, el aneurisma o pseudoaneurisma aórtico
tuberculoso se trata con reparación primaria de defectos localizados o
resección y colocación de injerto in situ15,
16.
Conclusión
Los
aneurismas micóticos tuberculosos necesitan una modalidad de enfoque
multidisciplinario: cirugía o reemplazo endovascular basado en la
experiencia de cada centro y tratamiento médico prolongado.
Conflicto
de intereses: Los
autores declaran no tener conflicto de intereses
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