Autor :Bisero Elsa Delia1,2,* Luque Graciela Fabiana1,2 Melillo Karina Claudia1,2 Messere Gabriela Carina1,3
1 Hospital Nacional Prof. A. Posadas. Departamento Materno Infantil. Servicio de Pediatría. El Palomar. Partido de Morón. Pcia. De Bs. As. Argentina. 2 Hospital Nacional Prof. A. Posadas. Neumonología Infantil 3Hospital Nacional Prof. A. Posadas. Gastroenterología Infantil
Correspondencia :* Dra. Elsa Delia Bisero. E-mail: elsibisero@yahoo.com.ar
Resumen
La
tuberculosis (TB) intestinal y peritoneal es una enfermedad regional, crónica,
específica, generalmente secundaria a TB pulmonar avanzada. Mayormente adopta
la forma localizada en el tejido linfoide ileal. El
diagnóstico puede sospecharse por los síntomas, los antecedentes del paciente y
las pruebas de imagen, entre ellas radiografía de tórax, tomografía axial
computarizada y ecografía. La confirmación precisa realizar una colonoscopia y
toma de biopsia para demostración de granulomas caseificantes
y del bacilo ácido-alcohol resistente.
Presentamos
un caso de un niño que consulto por absceso perianal y fístula, tratado como
enfermedad intestinal inflamatoria y cuya radiografía de tórax motivó la
sospecha y estudio de TB.
Palabra
clave: Tuberculosis
pediátrica, Tuberculosis diseminada, Tuberculosis intestinal, Tuberculosis extrapulmonar, Fístula rectal, Absceso rectal
Abstract
Intestinal and peritoneal
tuberculosis (TB) is a regional, chronic, specific disease, generally secondary
to advanced pulmonary TB. It is mostly localized at the ileal
lymphoid tissue. The diagnosis may be suspected due to the symptoms, the
patient's history, and imaging tests, such as chest x-ray, computerized axial
tomography and echography. For confirmation, it is necessary to perform a
colonoscopy and a biopsy sample to show caseating
granulomas and the acid-alcohol resistant bacillus.
We present the case of a child
who consulted for a perianal abscess and fistula that were treated as
inflammatory bowel disease, whose chest x-ray encouraged the suspicion and
study of TB.
Key
word: Pediatric tuberculosis, Disseminated tuberculosis, Intestinal tuberculosis,
Peritoneal tuberculosis, Fistula rectal, Rectal abscess
Introducción
La
tuberculosis gastrointestinal es una forma de tuberculosis extra pulmonar
grave. Su incidencia es variable según la población estudiada. Suele tener
afectaciones abdominales múltiples, originando diversas formas de presentación
que obligan a realizar un exhaustivo diagnóstico. La región ileocecal
representa el sitio anatómico más frecuentemente afectado, seguida por el
yeyuno y el íleon, la localización en otros sitios, como la anorectal es poco frecuente. La ultrasonografía,
tomografía, endoscopía, histología y microbiología son los pilares de la
exploración. La instauración de un tratamiento oportuno y precoz evita las
secuelas.
Caso clínico
Paciente masculino de 14 años de edad. Presenta lesión dolorosa abscedada en región perianal (de más de 1 mes de evolución), medicado en otro centro médico con cifrofloxacina más metronidazol, sin respuesta al tratamiento.
Ingresa
a nuestro hospital refiriendo pérdida de peso de 5 kg en los últimos 3 meses,
registros febriles esporádicos, mal estado general, presentando 2 o 3
deposiciones desligadas por día, sin moco ni sangre, persistencia de la lesión
abscedada con trayecto fistuloso a nivel de la región perianal, saliendo del
recto aproximadamente a 3 cm del margen anal.
Es
evaluado por Gastroenterología y Cirugía Infantil, plantean realizar: video
endoscopía digestiva alta (VEDA), observándose mucosa esofágica y duodenal de
aspecto normal; en el techo gástrico mucosa pálida y eritematosa, en cuerpo y
antro gástrico mucosa sin particularidades y videoileocolonoscopía
(VCC), encontrándose mucosa rectal con eritema y red vascular conservada, Se
progresó hasta el ciego que presentaba mucosa eritematosa, edematosa, friable,
con pérdida de patrón vascular. A nivel del ángulo hepático se observan ulceras
aftoides de menos de 5mm de diámetro, con halo
eritematoso circundante. Resto de la mucosa colónica
de aspecto normal. En región perianal se observa fistula con secreción escasa.
Se colocó sedal a través de la misma por Sección de Cirugía Infantil.
Dado
el cuadro clínico y los hallazgos endoscópicos, se inicia tratamiento con mesalazina, con sospecha clínica de enfermedad inflamatoria
intestinal (EII). Se otorga el alta a la espera de la anatomía patológica.
Concurre
a control a los 15 días refiriendo persistencia de los registros febriles,
dolor abdominal de tipo cólico, que no lo despierta de noche, con mejoría
franca de las deposiciones (1 por día de características normales),
persistencia de la fístula perianal (1.5x1.5 cm. de aspecto ulcerativo en hora
6), tos seca, taquipnea, disminución de entrada de aire, broncofonía y rales crepitantes en vértice izquierdo. Vacuna bacilo Calmette-Guerin(BCG)con
cicatriz. Abdomen con aumento de ruidos hidroaéreos,
el resto normal.
Auxiliares
diagnósticos relevantes al ingreso: Hemograma normal. Eritrosedimentación
(VGS) 98/mm3 (1ra. hora). Proteína C
reactiva (PCR) 2.6 mg/dl. Gammaglobulina 1,85 g/100ml, Función renal, hepática,
coagulograma, proteinograma
e inmunoglobulinas (Ig.) normales. Hemocultivos (x2)
negativos.
Radiología
de tórax (Rx): lobitis
superior izquierda, con cavidades y componente atelectasico.
(UCC) Adenomegalias en hilio izquierdo. Figura N° 1
Tuberculosis
pediátrica intestinal
Diagnóstico
de ingreso:
1) sospecha de EII, 2) absceso con fistula rectal, y 3) neumonía lobar
izquierda con componente atelectásico
Evolución:
por
el hallazgo en la Rx. de tórax pre quirúrgica, se
consultó a Neumonología Infantil quienes, por
la clínica, la Rx.y el antecedente surgido en el reinterrogatorio de haber recibido quimioprofilaxis (QMP)
con isoniacida (H) 10mg/kg/día, durante 6 meses, a
los 10 años de edad, por medio epidemiológico positivo en padres y hermano bacilíferos, se asume al paciente como una TB pulmonar
grave con compromiso del aparato digestivo.
Se
indicó aislamiento respiratorio. Realizar a) prueba tuberculìnica:
(2 U P.P.D. – RT23) 2 mm, b) baciloscopía con tinción
de Ziehl Neesel (ZN) para
bacilo ácido alcohol resistente (BAAR), siendo positiva al igual que el
cultivo, para Mycobacterium tuberculosis (M.T),
sensible a H y Rifampicina (R), c) serologías para
virus de inmunodeficiencia humana (VIH), Hepatitis (A,B,C),Toxoplasmosis, Herpes
simple, Sífilis (VDRL), Chagas, Mycoplasma pneumoniae todas negativas, d) ecografía
abdominal normal, e) Rx. de abdomen normal, f)
valoración audiológica, cardiológica, renal y oftalmológica normales y g)
estudio de foco actual que fue negativo.
Comenzó
tratamiento con H 10 mg/kg/día, R 15 mg/kg/día, pirazinamida
(Z) 25 mg/kg/día, etambutol (E) 20 mg/kg/día y
vitamina B6
(piridoxina) 25 mg/día.
Informe
de anatomía patológica de biopsia de íleon y ciego: granulomas caseosos con
células gigantes de Langhans con infiltración de
células epiteliodes, ZN y cultivo negativos. Se
suspende mesalazina. Figura N° 2
A
los 2 meses de tratamiento antifímico negativizó el esputo. No presentó reacciones adversas a
drogas antituberculosas. Cumplió 1 año de tratamiento, resolvió la lesión anal
y dejó como secuela en la Rx de tórax atelectasia
lineal en lóbulo superior izquierdo (LSI).
Diagnóstico
final: TB
diseminada, lobitis TB en LSI, TBGI con fistula
rectal.
Discusión
Desde
el1ro.de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2018, en el hospital se
registraron 542 casos de TB infantil, 118 correspondieron a TBE, representando
el 21% de todas las formas de TB, 7 de ellos tuvieron compromiso intestinal
(1.29%).
Históricamente
la TBGI fue conocida como «la gran simuladora». El agente etiológico implicado
es el MT y ocasionalmente por Mycobacterium
bovis(MB).
Representa alrededor del 11-16% de todas las formas de TBE1.
La
patogenia de la TBGI se produce por la ingesta de alimentos o esputos
contaminados, por diseminación hematógena de una TB activa o miliar o por
afectación de otros órganos contiguos. Puede presentarse en individuos sanos o
inmunocomprometidos2.
Los
signos y síntomas no son específicos, suelen tener largo tiempo de
presentación, como en nuestra casuística que llevaba 1 mes y pueden
confundirse con otras patologías como la EII, sospechada en nuestro caso.
Las
formas de presentación varían: distención abdominal por compromiso de la serosa
peritoneal la cual genera ascitis, fiebre, dolor abdominal, diarrea o
estreñimiento intermitente, debutar como un abdomen agudo, masa abdominal con
oclusión intestinal, fístulas o hemorragia digestiva, entre otras3-7.
Faylona y col. refieren que el 15-25% de los
casos tienen compromiso pulmonar concomitante. Nuestro paciente tenía una lobitis con cavidades8,
9.
El
75% de los casos de TBGI, afectan las porciones ileocecal y yeyuno-ileal, pero puede presentarse tanto en intestino delgado
como en colon10, 11.
La
forma perianal representa menos del 0.7-1% de todas las localizaciones extrapulmonares. No suele tener una localización ni rasgos
morfológicos o clínicos característicos. Boccia y
col. mencionan que desde el intestino el bacilo puede alojarse en una cripta de
Morgagni del ano produciendo una criptitis,
desde la cual desarrolla el trayecto fistuloso. Gabriel Willianm
B, y col. reportaron 2 casos mencionando 3 formas de fístulas tuberculosas: 1)
fístula superficial extendiéndose desde una cripta anal, 2) fístula profunda
con el origen de la infección por encima del elevador y sin apertura interna en
el canal, y 3) tuberculoide. Más raro sería por
diseminación hematógena o linfática12-14.
A
pesar de no tener características propias, la fístula anal de origen
tuberculoso se puede sospechar cuando se asocia a linfadenopatía
inguinal, múltiples bocas fistulosas, sangrado, lesiones pulmonares
concomitantes, y recurrencia o falta de curación. En nuestra casuística existía
fiebre, pérdida de peso, dolor abdominal y anal, cambio en las deposiciones, la
lesión pulmonar concomitante, el antecedente epidemiológico y la cronicidad de
la fístula13.
Dentro
de los métodos diagnósticos de la TBGI figuran: a) la ultrasonografía
abdominal. Los hallazgos sonográficos más específicos
de tuberculosis abdominal son: la ascitis, observándose múltiples hebras
móviles de fibrina, completas o incompletas, que dan una apariencia de
enrejado, las linfadenopatías con centros hipoecogénicos indicando necrosis caseosa y en el peritoneo
engrosamiento hipoecoico difuso del de 2-6mm o un
engrosamiento nodular irregular, con pequeños nódulos <5mm, b) estudios con
bario. Ayudan a detectar lesiones en zona ileocecal y colónica,
c) análisis del líquido ascítico, es de tipo exudativo con predominio de
linfocitos, d) dosaje de adenosina deaminasa (ADA) en el líquido ascítico, e) VCC, f)
tomografía computada contrastada de abdomen que suele mostrar el engrosamiento
peritoneal y presencia de abscesos. Si las asas intestinales están fijas al
mesenterio engrosado crean un “aspecto estrellado”. En nuestro caso no se
efectuó tomografía, y g) biopsia. Referida por José Manuel Fernández Rivero y
col., como el principal método de diagnóstico14-21.
En
una gran proporción de pacientes el diagnóstico de TB peritoneal o intestinal
se realiza durante una laparoscopia o laparotomía incluso cuando se realizan
procedimientos con otros propósitos.
Los
diagnósticos diferenciales incluyen: linfoma intestinal, enfermedad de Crohn,
EII, absceso en el psoas, trombosis mesentérica, otras22-25.
La
TB pediátrica, sigue siendo una batalla diaria, con presentaciones raras
(fístula rectal) en el marco de formas diseminadas graves semejantes a la TB
del adulto. Es un gran Caballo de Troya, difícil saber cuándo la vamos
encontrar, cuál va a ser su contenido y el resultado de esa contienda, la cual
depende entre otros factores, de un diagnóstico y tratamiento temprano acorde a
la sensibilidad del bacilo, el estado inmunológico del paciente, su medio
socioeconómico, situación epidemiológica local y cumplimiento del esquema
terapéutico26.
Conclusión
Frente
a una forma grave de TB pulmonar, debe investigarse diseminación a otros
órganos, incluyendo presentaciones infrecuentes.
La
fistula rectal en los casos de TBGI es infrecuente. Se la debe sospechar en
presencia de dolor, secreción, fistula recurrente o múltiples orificios, sin
respuesta a los tratamientos instaurados, especialmente en los casos donde el
compromiso pulmonar no es evidente, planteando otros diagnósticos
diferenciales.
Concluimos
que en países de alta prevalencia de TB especialmente en las presentaciones
infrecuentes como en el caso de nuestro paciente, es fundamental el
interrogatorio dirigido sobre los datos epidemiológicos y el estudio de los
contactos.
Agradecimientos:
al
Dr. Díaz Fabio, cirujano interviniente, por la atención y compromiso con el
paciente, a las Dras. Sala Josefina y Acosta Ana, por su idoneidad en el
trabajo de anatomía patológica y a la Dra. Alejandra Edith Zapata colaboradora
permanente en los estudios de laboratorio.
Conflicto de intereses: ninguno que declarar
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