Autor : Ricardo Isidoro
EndoscopÃa Respiratoria. Hospital Tornú. Buenos Aires
Correspondencia : ricardoisidorodieguez@gmail.com
Descripción del caso
Se trata de un paciente de sexo masculino de 29
años de edad. Fue hospitalizado por traumatismo
craneoencefálico grave y sometido a intubación
orotraqueal para asistencia respiratoria mecánica. A los 8 días, se practicó traqueostomía y
continuó en ARM durante un total de 21 días.
Permaneció con sonda nasogástrica durante tres
semanas.
Luego de su extubación, aparecieron síntomas
de aspiración traqueal (tos y expectoración post
ingesta) y se sospechó de fístula traqueoesofágica.
La fibrobroncoscopía (FBC) no resultó concluyente para determinar la existencia de la fístula.
Se practicó una broncoscopía rígida en la que se
observan pliegues y surcos longitudinales paralelos y asimétricos en la pared traqueal posterior,
a tres centímetros en sentido distal al ostoma de
la reciente traqueostomía. (Imagen 1) El edema
intenso con áreas mamelonadas oculta el plano
de la superficie mucosa y no permite advertir la
existencia de una comunicación y mucho menos
una fístula conformada.
Se instiló en esófago una solución diluida de azul de metileno. (Imagen 2) A la izquierda de la sonda de aspiración y en el centro de la fotografía se observa un área pálida sobre la pared posterior, surcada por un delgado trayecto lineal y anfractuoso teñido por el azul de metileno. Fisura de la pared posterior con comunicación esofágica demostrada.
Discusión
La fístula traqueoesofágica adquirida (FTA) es
una rara complicación que puede ocurrir por
múltiples causas. La etiología no neoplásica más
común es aquella relacionada a complicaciones de
la intubación orotraqueal y traqueostomía. En
general, se atribuyen a injuria traqueal provocada por el manguito, además de condiciones clínicas
subyacentes. Esta complicación es generalmente iatrogénica y ocurre en menos del 1% de los pacientes. Los nuevos dispositivos con manguitos de baja
presión han hecho infrecuente esta complicación,
sin embargo es una grave situación clínica con alta
morbi-mortalidad1.
Debe sospecharse FTA en situaciones de riesgo.
La mayoría de los pacientes bajo asistencia respiratoria mecánica (ARM) presentan aumento de
secreciones, neumonía y evidencia de aspiración de
contenido gástrico. Cuando se diagnostica después
de la extubación, el signo más frecuente es “tos
luego de la ingesta líquida”; tal como presentaba
el paciente2.
El diagnóstico se realiza por broncoscopía y
esofagoscopía. Otras técnicas de detección han
sido descriptas para pacientes bajo ARM, tales
como observación de la bolsa gástrica en distintas
fases del ciclo respiratorio (la “bolsa que respira”)
o análisis de gases en esta misma bolsa, considerando el pasaje desde la vía aérea de aire con altas
concentraciones de oxígeno3.
La visualización broncoscópica directa del sitio
muchas veces pone en evidencia el defecto de la
pared. También la presencia de burbujas de aire de
mayor o menor tamaño ayudan a localizar el sitio.
Eso permite realizar el diagnóstico de certeza. En
el caso de nuestro paciente, el intenso edema de la
lesión en la pared posterior de la tráquea impedía
confirmar o descartar esta sospecha. Un viejo
y clásico “test de Azul de Metileno” resultó útil en la localización de la fístula. Shah y col.
describieron la utilidad de su uso a propósito de
un caso, en una paciente con un stent traqueal4.
Benatta y col. también reportaron su uso en un
caso de fístula TE persistente post corrección
quirúrgica de una atresia esofágica en un niño de dos meses de edad5. Sin embargo, la utilización del
azul de metileno debe ser prudente, ya que puede
ser reemplazado por sustancias menos tóxicas tal
como el colorante de torta usado en repostería
(azul de torta). EL azul de metileno es un potente
inhibidor de la monoamino-oxidasa (IMAO) y su
uso intravenoso podría desencadenar síndrome
serotoninérgico en pacientes que utilizan ciertos
tipos de antidepresivos6.
En general, el tratamiento es quirúrgico diferido
previa desfuncionalización del área, una vez superadas condiciones críticas de ARM, broncoaspiración y estado nutricional de cada caso en particular.
El correcto diagnóstico es crucial en la evolución
de estos pacientes.
Conflictos de interés: El autor declara que no tiene conflictos de intereses.
Bibliografía
1. Reed MF , Mathisen DJ. Tracheoesophageal fistula. Chest Surg Clin N Am 2003; 13(2): 271-89.
2. Mooty RC, Rath P , Self M, Dunn E, Mangram A. Review of tracheo-esophageal fistula associated with endotracheal intubation. J Surg Educ 2007; 64(4): 237-40.
3. Shah A, Ost D, Eapen GA, Morice RC, Jimenez CA. Diagnostic methylene blue test for stent covered tracheoesophageal fistula. Am J Respir Crit Care Med 2012; 185 (7): 9.
4. Hasselbacherm DA, McCormick J. Tracheoesophageal Fistula: an Uncommon Cause of Ileus and Diagnosis Via Gastric Air Analysis. Chest 2006; 130: 286S-c-287S.
5. Benatta MA, Benaired A, Khelifaoui A. Endoscopic stenting and clipping for anastomotic stricture and persistent tracheoesophageal fistula after surgical repair of esophageal atresia in an infant. Case Rep Med 2014: 738981.
6. Ramsay R, Dunford C, Guillman PK et al. Methylene blue and serotonin toxicity: inhibition of monoamine oxidase A (MAO A) confirms a theoretical prediction. Br J Pharmacol 2007; 152: 946-951.