Autor : Silvana Guendulain1, AnÃbal Bermúdez1, 2, Viviana Moyano1, 2, MarÃa Elisa Uribe EchevarrÃa1, 2
Discutidores: Ana López2, Juan Pablo Casas2, Marcos Langer2, Betiana Pereyra2
1 Servicio de NeumonologÃa del Hospital Italiano de Córdoba 2 Sociedad de NeumonologÃa de Córdoba. SONECO
Correspondencia : Silvana Guendulain Domicilio postal: Roma 550. CP 5000 - Córdoba Tel.: 03156831695 Fax: 4106510 E-mail: guendulain3@hotmail.com.ar
Presentación del caso
Dra. Silvana Guendulain: Paciente de sexo masculino de 62 años de edad. Motivo de consulta:
disnea progresiva de 5 días de evolución; clase
funcional I a III sin otros síntomas. Presenta antecedentes personales patológicos de HIV de 8 años
de evolución sin tratamiento antirretroviral por
tener carga viral baja y recuento normal de CD4;
insuficiencia renal crónica secundaria a nefritis
túbulo intersticial asociada al consumo de AINES
por lumbalgia. El paciente es tabaquista activo con
un índice de 15 paquetes/año.
En el examen físico el paciente se encuentra
afebril, normotenso; taquipneico con frecuencia
respiratoria de 30res/min, sin ortopnea; frecuencia
cardíaca de 80 latidos/min; saturación de O288%
con FIO20.21. En la auscultación tiene rales crepitantes bibasales y en tercio medio de campo izq.
Se realiza radiografía de tórax
Dra. Betiana Pereyra: Observo infiltrados bilaterales de tipo reticulonodulillares a predominio del
lado izquierdo, también se visualiza una imagen
cavitada en el lóbulo superior izquierdo; la cual es
de localización para-aórtica y con paredes gruesas.
Dra. Silvana Guendulain: Los hallazgos de
laboratorio fueron: alteración de la función renal
con creatinina de 3.59 mg/dl para previa de 2 mg/dl y urea de 100 mg/dl. La procalcitonina, la PCR
y la VSG eran positivas pero no en valores altos.
(Tabla 1)
Dra. Gramblicka: Ante la posibilidad de traqueomalacia se solicitó videobroncoscopía que fue
realizada en el Hospital Cetrángolo en donde no
se evidenció ninguna alteración, a excepción de
abundantes secreciones filamentosas. El recuento
celular del lavado broncoalveolar (LBA) fue normal
y los cultivos para gérmenes comunes, BAAR y
hongos negativos.
Dra. Tabaj: Entonces estamos ante una paciente
asmática de 71 años, no fumadora, con síntomas
bronquiales persistentes pese a tratamiento con
altas dosis de esteroides inhalados, beta agonistas de larga duración, antimuscarínicos de larga
duración, anti-IgE y macrólidos; en la cual se han
descartado entidades nosológicas como micosis
broncopulmonar alérgica, bronquiectasias, sinusitis, compromiso de la vía aérea central……Que pese a todo evoluciona con deterioro de la función
pulmonar….. Lo primero que uno se plantea es
si realmente estamos ante un cuadro de “asma
bronquial”.
Dra. Malamud: El asma bronquial es una enfermedad común, pero heterogénea, con compromiso
inflamatorio crónico de la vía aérea. El asma se
asocia a una historia de síntomas respiratorios
(disnea, sibilancias, opresión torácica, tos) y a
una limitación espiratoria variable al flujo aéreo.
Remarquemos que tanto los síntomas como la repercusión funcional de limitación al flujo se caracterizan por su variación a través del tiempo y por la
intensidad de su presentación. Múltiples factores
pueden ser mencionados como los desencadenantes
de dicha variación: ejercicio físico, cambios climáticos, infecciones virales respiratorias, exposición
a alérgenos o irritantes.
Los pacientes pueden resolver los síntomas y la
limitación al flujo de manera espontánea o a través
de un tratamiento médico adecuado, pero también
pueden desarrollar episodios de empeoramiento
sintomático y funcional (exacerbaciones). La hiperreactividad bronquial a diversos estímulos y
la inflamación crónica de la vía aérea se asocian
al asma, aún en la ausencia sintomática y espirometría normal, con normalización tratamiento
mediante.
El diagnóstico se basa en la historia episódica de
síntomas respiratorios (variables en tiempo e intensidad, con empeoramiento nocturno –matutino,
con desencadenantes identificados) asociado a una
limitación espiratoria al flujo aéreo (variabilidad
excesiva más limitación al flujo)1-3.
Nuestra paciente presentaba una historia de
años con síntomas episódicos recurrentes variables en intensidad, más variabilidad y obstrucción
confirmada al flujo aéreo, reiteradas internaciones
por exacerbación pese a un tratamiento optimizado acorde a severidad con buena adherencia y
control de sus comorbilidades más la exclusión de
diagnósticos alternativos.
Creo que se trata de un asma severa.
Dra. Gramblicka: Es fundamental en estos
pacientes disponer de índices objetivos que nos
permitan mejorar el control del asma y optimizar
su tratamiento. Lo ideal, dado el carácter inflamatorio del asma bronquial, sería contar con un
parámetro que midiera de forma no invasiva la
inflamación de las vías respiratorias. El examen
citológico de las muestras de esputo obtenidas de
pacientes con patología inflamatoria, infecciosa o
tumoral del aparato respiratorio se ha utilizado
en clínica desde hace más de un siglo. Hallazgos
como los cristales de Charcot-Leyden, espirales
de Curschmann o cuerpos de Creola se han considerado como característicos en los pacientes con
asma. Además, la determinación del número de
eosinófilos en las muestras de esputo se ha postulado como un parámetro útil para el diagnóstico y
control evolutivo del asma. Ya en la década de 1990
se rescató el análisis del esputo inducido mediante
la inhalación de solución salina hipertónica4.
Dra. Ernst: En 1989, Gibson y colaboradores5 describieron un método para obtener muestras de
esputo incluso en individuos que no presentaban
expectoración de manera espontánea, basado en la
inhalación de solución salina hipertónica. El estudio
de estos especímenes (esputo inducido) despertó importantes expectativas, debido a su carácter poco
invasivo. Particularmente, el estudio citológico de
las muestras de esputo inducido permite diferenciar
dos “patrones inflamatorios” diferentes: el de la
inflamación eosinofílica y el de la neutrofílica.
Dra. Gallardo: En este caso sería de gran
utilidad conocer el perfil celular del esputo ya
que se constató que la eosinofilia en el esputo
puede permitir diferenciar a sujetos asmáticos de
individuos sanos o con otras enfermedades respiratorias como infecciones, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, etc.6 y que además; los valores
de eosinófilos en el esputo se modificaban paralelamente a los cambios en la exposición alergénica
y en el control clínico del asma7- 9, lo que permitió establecer límites de normalidad en sus valores.
Globalmente, la presencia de eosinofilia en el
esputo permitiría predecir una buena respuesta
clínica al tratamiento corticoide, mientras que su
ausencia inicial indicaría una resistencia a dicho
tratamiento. En pacientes con asma de difícil control, el estudio del esputo ayuda a determinar si la
dosis de corticoides es suficiente o indicar que el
paciente no está cumpliendo con el tratamiento.
En pacientes con tos crónica que presentan eosinofilia en el esputo, los esteroides inhalados son
igualmente eficaces, aunque en algunos casos la
prednisona oral puede ser necesaria. La presencia
de más de 2.5% de eosinófilos nos habla a favor de
un “fenotipo eosinofílico”.
Dra. Malamud: Los pacientes con inflamación
eosinofílica pudieran beneficiarse en su tratamiento
con los anticuerpos monoclonales bloqueadores del
Receptor de la IL-5, expresado en diversas células
incluyendo eosinófilos y basófilos. Dicho bloqueo
impide el reclutamiento, la activación y movilización
de los eosinófilos, los que descienden en número en
sangre periférica, médula ósea y tejidos, incluyendo
vía aérea y parénquima pulmonar10.
Dra. González Ginestet: Se solicitó análisis de esputo inducido donde se observó un recuento de eosinófilos mayor de 20% (valor de referencia<2,5%)
(ver figura 3); se inició ciclo de tratamiento con
esteroides sistémicos por vía oral: meprednisona
40 mg diarios durante 15 días. Luego de dicho
periodo, la paciente no presentó mejoría clínica ni
funcional. A pesar de la baja sospecha de colapso
dinámico de la vía aérea, decidimos internar de
manera programada a la paciente con el objetivo
de intentar una prueba terapéutica con ventilación no invasiva. Se realizó espirometría el día de
la internación: CVF 1,84 (74%), VEF1 1,03 (56%)
y relación VEF1/CVF 56. Luego de 24 horas de la
internación y sin mediar nuevo tratamiento, la
paciente refirió sentirse francamente mejor. Se repitió espirometría que evidenció CVF 2,52 (101%),
VEF1 1,74 (94%) y relación VEF1/CVF 69 para un
límite inferior a la normalidad (LIN) de 63. Ante la
franca mejoría clínica y funcional, se re-interrogó a la paciente de manera dirigida y ella reveló que dormía con almohada de plumas desde
hacía aproximadamente 2 años, momento
en el cual los síntomas habían empezado a
empeorar.
Se realiza tomografía de tórax y se decide el traslado a terapia intensiva con diagnóstico de insuficiencia respiratoria hipoxémica.
Dra. Betiana Pereyra: La imagen cavitada que
se visualiza en la radiografía de tórax presenta paredes gruesas y se localiza en LSI. En ella observo
un área de condensación alveolar con brocograma aéreo parahiliar izquierdo y aéreas de vidrio esmerilado bibasales.
Dra. Ana López: Dicha cavidad en uno de los
cortes tomográficos impresiona ocupada, la cual
se conecta con la pared. Observo aéreas de vidrio
esmerilado con un infiltrado reticular superpuesto.
Dr. Juan Pablo Casas: Me impresiona ver ganglios pretraqueales y paraórtico de características
adenomeglicas.
Dra. Silvana Guendulain: ¿Cuál es la sospecha
diagnóstica?
Dr. Juan Pablo Casas: Se presenta un paciente
con diagnóstico de HIV con imágenes cavitadas; ante lo cual debemos sospechar patología infecciosa. Primero solicitaría recuento de CD4, pero
considero que el paciente ya se encuentra en
estadio SIDA.
Dentro de las patologías infecciosas debemos
descartar bacterias, hongos como el histoplasma
y tuberculosis (TBC). En los pacientes HIV tanto la TBC como histoplasmosis se presentan con
infiltrados miliares debido al déficit de CD4 que
dificulta la formación del granuloma.
Dra. Ana López: Pneumocitis jirovecii puede dar
cavidades gruesas y también vidrio esmerilado.
Dra Silvana Guendulain: Se realiza diagnóstico
sindrómico de nódulo cavitado en paciente VIH
positivo.
Dr. Aníbal Bermúdez: Resumiendo, es un paciente con diagnóstico de HIV que ingresa en
insuficiencia respiratoria, con la radiografía de
tórax patológica por lo que se decide el ingreso a
terapia intensiva. Ante los hallazgos tomográficos
y el desconocimiento de la carga viral actual del
paciente se pensó en la presencia del pneumocistis.
Dra. Silvana Guendulain: Con el diagnóstico
sindrómico de nódulo cavitario evaluamos tres
grandes causas: las infecciosas pensando en bacterias, hongos, micobacterias y pneumocistis jirovecci; las inflamatorias si bien no las valoramos
en este caso hay que pensarlas; y por último, las
neoplasias que en los pacientes HVI se puede pensar en Sarcoma de Kaposi que suele presentarse
con nódulos que pueden llegar a cavitar. ¿Cuáles
son los pasos a seguir ante un paciente con una
imagen cavitada con diagnóstico de HIV+?
Dr. Marcos Langer: Solicitar carga viral, recuento de CD4 y realizar broncofibroscopia.
Dr. Juan Pablo Casas: Por el tipo de lesión se
pueden plantear tres opciones diagnósticas: broncofibroscopia, punción guiada o mediastinoscopia.
Dra. Silvana Guendulain: El servicio de infectología es interconsultado y se solicita recuento
de CD4; esputo seriado para gérmenes comunes,
hongos y BAAR; se realizó la broncofibroscopia
con pedido de biopsia y BAL.
Se inició tratamiento con trimetoprima sulfametoxazol ya que es un paciente HIV con insuficiencia
respiratoria, hipoxemica e imágenes en vidrio
esmerilado; hallazgos frecuentes de pneumocistisjirovecci.
El recuento de CD4 fue de 175; el esputo fue
negativo para bacterias, hongos y BAAR. En la
broncofibroscopia se observaron los segmentos
apicoposterior y anterior bronquios enrojecidos
sin otros hallazgos.
Dra. Ana López: con el resultado de los CD4 y las
imágenes me sigo inclinando por el pneumocistis
jirovecci.
Dra Silvana Guendulain: El diagnóstico anatomopatologico de la biopsia fue carcinoma epidermoide poco diferenciado.
Dra. Ana López: A pesar del diagnóstico histológico, creo que se debería continuar con el tratamiento del pneumocistis jirovecci.
Hay que decidir la conducta ante el diagnóstico
de cáncer y analizar si está indicada una mediastinoscopia por los ganglios.
Dra Silvana Guendulain: Se interconsultó a oncología para estadificar al paciente; infectología decidió comenzar con el tratamiento antirretroviral
y continuar con el tratamiento para pneumocistis
y fue dado de alta.
Al mes el paciente reingresa con diagnóstico de
celulitis de MMII asociado a insuficiencia respiratoria; se realiza ecodoppler de MMII que es positivo para TVP ingresando a UTI con diagnóstico
presuntivo de TEPA, por lo que inicia tratamiento
anticoagulante. A los 5 días se produce el óbito.
Discusión
El hallazgo de espacios aéreos anormales en las
imágenes de tórax es muy frecuente en la práctica
clínica y son muchas las enfermedades capaces de
causarlas. Los espacios aéreos anormales se caracterizan por ser estructuras que contienen aire
rodeado por una pared de grosor variable. Dentro
de los espacios aéreos anormales encontramos:
bleb o burbujas que se definen como colección de
aire dentro de la pleura visceral; las bullas que son áreas de enfisema bien delimitados con una pared
de menos de 1 mm; los quistes que pueden tener
contenido líquido o gaseoso, son de paredes finas
menores a 3 mm; y las cavidades cuyas paredes
son irregulares y mayores a los 3 mm de grosor.
Las diferentes enfermedades que las causan se
pueden agrupar en:
- Enfermedades infecciosas y sus secuelas.
- Enfermedades que producen bronquiectasias.
- Desórdenes vasculares -embolicas.
- Enfisema.
- Tumores primarios.
- Metástasis1.
Varias enfermedades infecciosas pueden producir espacios aéreos como quistes, cavidades y
bronquiectasias. Los mecanismos patogénicos
incluyen: isquemia o necrosis caseosa, obstrucción
como mecanismo valvular, fibrosis peri bronquial y
cicatriz con retracción y oclusión bronquial.
Dentro de las causas comunes de nódulo cavitado en pacientes HIV se destacan las infecciones por streptococcus pneumoniae; tuberculosis,
haemophilus influenzae, pneumocytis jirovenci. En menor frecuencia pueden ser causa de lesión
pulmonar pseudomona aeruginosa, staphilococcus
aerues, legionella, nocardia, micobacterium kansassi; dentro de los hongos se destaca el cryptococcus neoformans,aspergillus, cocidioides. Entre
las causas no infecciosas destacamos sarcoma de
kaposi, linfoma no Hodking, cáncer de pulmón1-5.
En los inmunodeprimidos, la afección pulmonar por pneumocitis jiroveci puede presentarse
con radiografía de tórax normal hasta en 15% de
los pacientes; opacidades difusas bilaterales en
vidrio esmerilado parchadas a predominio central,
parahiliar o en los lóbulos superiores. Otros hallazgos son la presencia de quistes de paredes finas o
cavidades, neumatoceles y bullas subpleurales de
localización apical en su mayoría; existiendo una
clara relación entre los quistes y la aparición de
neumotórax, especialmente aquellos de localización subpleural1.
Ante una lesión cavitada, es importante diferenciar entre enfermedad benigna y cáncer. El cáncer
primario de pulmón es una etiología común en los
pacientes con lesiones cavitadas y, dentro de los
mismos, el epidermode es el que más frecuentemente presentan este tipo de lesiones. Gadkowski
et al. demostró que las lesiones cavitadas son detectadas por radiografía en un 7 a 11% mientras que
la cifra asciende a un 22% si el método utilizado es
la TAC2, generalmente la cavitación se relaciona
con peor pronóstico de la enfermedad.
Las metástasis pulmonares de cáncer epidermoide de otras localizaciones suelen cavitar, lo
que demuestra una patogénesis común en estos
tumores.
En pacientes con VIH, los linfomas y los sarcomas de Kaposi tienden a presentarse con lesiones
de este tipo.
En el estudio de las lesiones cavitas pulmonares,
no es infrecuente encontrar la asociación de lesiones malignas e infecciosas, no pudiendo distinguir
cuál de las dos es la verdadera responsable de la
lesión. Un ejemplo clásico es la asociación de cáncer
de pulmón y tuberculosis. El nexo causal sería la
inmunosupresión que presentan los pacientes con
enfermedades oncológicas2.
Conclusiones
Existen múltiples causas de lesiones cavitadas.
Realizar una historia clínica detallada y los métodos por imágenes son fundamentales para hacer
diagnósticos diferenciales.
Conocer el estado inmunológico del paciente
permite sospechar determinadas etiologías.
Los métodos por imágenes siempre deben ser
complementados con estudios serológicos, bacteriológicos y de anatomía patológica.
Destacamos en este caso la importancia de considerar el cáncer primario de pulmón como causa de
lesión cavitada en un paciente inmunodeprimido.
Conflictos de interés: Los autores declaran no tener conflictos de intereses relacionados con esta publicación.
1. Spina JC, Medina J, Cuneo L, Badano F, Bambaci F. Espacios aéreos anormales por TACAR. RAR 2008; 72: 199-215.
2. Gadkowski B, Stout J. Cavitary Pulmonary Disease. Clinical MicroBiology Reviews 2008; (21) 2: 305-333.
3. Crapo J, Karlinsky J, Glassroth J, King T. Baum´s Neumonologia .7° edición Madrid: Marban, 2007, pp. 809-882, 883-906.
4. Armstrong H, McAdams L. Tórax Diagnóstico Radiológico. 4° edición. Madrid: Marban, 2007, pp. 245- 271, 675-756.
5. Erlij D, Michalland S, Neira O, Wolff V, Jara V. Diagnóstico diferencial de nódulos pulmonares cavitados: a propósito de un caso clínico. Rev Chil Enferm Respir 2013;(29)1: 39-42.
6. Pathak V, Rendon I, Hasalla I, Tsegaye. Evaluation of Solitary Pulmonary Nodule in Human Immunodeficiency Virus Infected Patients. Respiratory Care 2012; (57)7: 1115-1120.