Revista Americana de Medicina Respiratoria - Volumen 13, Número 1 - Marzo 2013

Editorial

Lucía Marzoratti

Conocí a Lucía en una de las jornadas de infecciones respiratorias que hemos organizado con Carlos Luna, lo primero que vino a mi mente es que se acercaba un torbellino: inquieta, ávida de conocimientos, dispuesta a trabajar en lo que fuera necesario. Durante años fue afianzándose en la neumonología hasta transformarse en un referente para todos nosotros, con esas cualidades que la distinguían: hermosa mujer, encantadora madre, excelente amiga, sólida profesional, infatigable y, por sobre todo, llena de vida. Trabajó duro en la sección de infecciones respiratorias, participó en innumerables conferencias, todas ellas notablemente elaboradas hasta la obsesión, hacía y rehacía las charlas cientos de veces, alguna que otra vez me consultaba a mí, como a tantos otros, qué nos parecía lo que había hecho, jamás tuvo problemas en modificar algo si se lo pedíamos, siempre estuvo presente cuando la necesitamos. Tuvo una relación muy especial con sus hijas y su hijo, fue siempre referente para todos ellos y orgullosa de sus logros. La vida le jugó una mala pasada, primero con un accidente grave que la tuvo postrada largo tiempo, luego con su enfermedad con altibajos, luchando y ganado batallas hasta que al fin pudo más que sus esfuerzos. Todos los que la conocimos vamos a recordar a Lucía, por su tenacidad, inteligencia, sacrificio y voluntad. Te recordaremos Lucía, gracias por haber transitado con nosotros estos tiempos.